Cómo hablar con sus hijos sobre deportes: un plan de juego

 

Los deportes juveniles pueden sentirse como una montaña rusa de emociones tanto para los niños como para los padres. Para los niños pequeños que recién están aprendiendo a regular y comunicar sus sentimientos, los altibajos de la competencia pueden ser difíciles de navegar, pero también ofrecen oportunidades invaluables para el desarrollo emocional.

 

¿Cómo podemos nosotros, como padres, aprovechar estas oportunidades? El director de la academia del Montana Surf Soccer Club, Joel Harris, recomienda que los padres desarrollen un plan de juego para hablar con sus hijos. “Al comienzo de la temporada, los entrenadores establecen objetivos con los atletas y discuten los pasos que tomaremos para alcanzarlos. También puede hacer un plan de juego con sus hijos. Tenga una conversación con su hijo sobre cómo puede apoyarlo mejor durante la temporada. Descubra lo que necesitan de usted y utilícelo como guía”.

 

Cómo hacer un plan de juego que funcione para su familia:

 

ANTES DE COMENZAR LA TEMPORADA

 

1. Comience con una conversación sobre el propósito de los deportes y por qué a su hijo le encanta jugar. ¿Cuál es su objetivo? ¿Es ganar o es divertirse con amigos, estar al aire libre y mejorar su condición física?

Menos del 10% de los atletas jóvenes practican un deporte en la universidad y menos del 2% de los atletas universitarios pasan a formar parte de un equipo profesional. La mayoría de los niños participan en deportes porque es divertido. Una vez que establezca el propósito de su hijo, podrá cumplirlo durante toda la temporada. Paige Taylor, terapeuta profesional clínica licenciada y madre de 3 atletas competitivos, recomienda centrarse en el desarrollo emocional y el beneficio de los deportes con los niños en lugar de ganar y perder.

2. Dé a sus hijos las palabras para expresar su alegría o frustración. Ganar y perder son oportunidades para reconocer los sentimientos y aprender a comunicarlos. Practica en casa. Los ejemplos pueden ser "Estoy triste por perder, pero sé que solo fue un juego" o "Me siento orgulloso de mí mismo por jugar duro a pesar de que estaba cansado".

3. Pregúntele a su hijo qué necesita de usted después de un juego. Trabajen juntos para hacer un plan posterior al juego. Las familias con niños mayores pueden decidir que un mensaje de texto posterior al juego de niño a padre funciona bien. El niño podría decir "No quiero hablar de eso" o "Celebremos", dando a los padres una pista clara sobre qué hacer a continuación. Otras familias pueden tener una pregunta abierta estándar como "¿Cómo se sintió tu juego hoy?" Algunos pueden tener un procedimiento diferente para las ganancias que para las pérdidas.

Taylor adopta un enfoque diferente con cada uno de sus tres hijos”. Nuestra hija mayor tiende a aferrarse a su desempeño y a juzgarse internamente con dureza. Le damos espacio y no hablamos con ella de inmediato para que pueda replantear su visión del juego. Nuestro hijo mediano lleva su corazón en la manga y las cosas son asombrosas o terribles. Con él, hemos aprendido a interactuar con él justo después del juego, escuchar su punto de vista y luego ayudarlo a replantear el resultado. Nuestro hijo menor es increíblemente optimista y todavía está "invicto" en su mente. Con él, tendemos a alejar su enfoque del resultado del juego hacia un momento en el que trabajó más duro o un momento del que estaba más orgulloso”.

 

DESPUÉS DE UN PARTIDO:

 

1. Siga las señales de su hijo y déjelo dirigir la conversación. Deje comentarios y análisis a los entrenadores, y ayude a su hijo siendo un oyente comprensivo.

2. No haga suposiciones acerca de cómo se siente su atleta. A veces, los atletas se sienten muy bien con una derrota porque fueron desafiados y jugaron mejor que nunca. Una victoria puede resultar decepcionante para un atleta que falló un gol o que se quedó fuera de una jugada.

3. ¿Qué es lo mejor que puedes decir cuando tu hijo te dice que jugó terriblemente?

El entrenador Harris aconseja a los padres que no reaccionen o que respondan de inmediato con "Jugaste muy bien". En lugar de eso, pregunta: “¿Por qué dices eso?”. o “¿Por qué te sientes así?”.

4. Si su hijo quiere hablar sobre lo que podría hacer mejor la próxima vez, concéntrese en los factores que están bajo su control. Dormir más, comer alimentos saludables antes del juego, hacer su mejor esfuerzo y mantener una actitud positiva son todas las cosas que pueden controlar.

5. Pon el foco en la deportividad. Taylor compartió: “Si nuestros hijos han escuchado una cosa una y otra vez de nosotros, es que destacamos los momentos en los que mostraron gran deportividad o gracia. Hemos tratado de enseñarles que para ser un buen ganador hay que aprender a perder bien. Una victoria que no se logra con tu personaje intacto es una victoria hueca”.

6. Anime a su hijo a terminar siempre con una nota alta. Acostúmbrate a dejar cada juego con dos conclusiones positivas. “Di todo mi esfuerzo y fui un buen compañero”.

 

“Lo más importante que podemos hacer por un atleta joven es fomentar el amor por el juego”, dice el entrenador Harris. “En mi experiencia, los jugadores solo necesitan escuchar acerca de un simple momento de éxito en un juego, este reconocimiento de esfuerzo y ejecución en el nivel más pequeño suele ser suficiente para que toda la experiencia valga la pena. Lo más importante para decirle a tu jugador es '¡Me encanta verte jugar!'”